“El dolor es la cara triste del amor,
por ello no debemos suprimirlo,
debemos compartirlo.”
Carlos Odriozola
Los niños/ as y adolescentes, también sufren las pérdidas y necesitan integrarlas para poder continuar con sus vidas, también ellos en muchas ocasiones, no muestran lo que sienten por temor a generar más sufrimiento del que ya existe.
La terapia puede ayudar a encajar una situación de cambio y pérdida en la que los recursos que tenemos pueden ser insuficientes, ya que la situación nos exige más.
Los más pequeños/as, aún no tienen estrategias para afrontar algo tan grande y es posible que nosotros/as, también estemos sufriendo y no podamos brindarles el soporte que necesitan.
Para eso está la terapia, para que ese sufrimiento, se vaya, dejando paso al dolor y por supuesto, al amor.